El mundo editorial ya cuenta entre sus publicaciones con excelentes catálogos de historias clínicas de destacados personajes, escritos por psiquiatras que han sabido mezclar su rigor profesional con su pasión por la escritura. Podría parecer que este libro, y siguiendo con discreción esa interesante...
El mundo editorial ya cuenta entre sus publicaciones con excelentes catálogos de historias clínicas de destacados personajes, escritos por psiquiatras que han sabido mezclar su rigor profesional con su pasión por la escritura. Podría parecer que este libro, y siguiendo con discreción esa interesante estela, sólo pretendiera hablar de algunos locos representativos o trastornados relevantes, pero ellos no han sido más que la excusa para hablar de sus palabras, pues de sus sufrimientos ya se han encargado todas aquellas excelentes patografías que para realizar este volumen han sido para la autora una constante inspiración. De la locura, y las múltiples locuras, le interesan esas palabras que narran el particular viaje al infierno de la mano del delirio creativo de quienes las han padecido. Estas páginas intentan ser una breve crónica de los a veces confusos confines de ese infierno, protagonizada por escritores, personajes de ficción, algún pintor que también escribía e incluso una rompedora santa (Jane Bowles, Werther, Emma Bovary, Esther Greenwood, Virginia Woolf, Nicole Diver, Santa Teresa de Ávila, Santiago Rusiñol, Lester Farley, Argán, Waldo Lydecker, Los siete enanitos, y etcétera), y que tienen en común el habernos contado la imparable caída a ese lugar apartado, y para los demás incierto, desde la insobornable lucidez que siempre se agazapa en los oscuros rincones de la enajenación, y desde su amor desmedido por la vida, a pesar de aquel infierno y sus suplicios.