Ser una niña vikinga no es fácil. Menos aún cuando estás en Groenlandia, en casa de tus primos, aburrida como una ostra. ¡Yo no aguanto aburrirme! Y tampoco voy a soportar Groenlandia si esto sigue así. ¡No pienso ponerme a coser, como mi madre! ¡Ni hacer carreras de escudos, como mi padre! ¡Ni baña...
Ser una niña vikinga no es fácil. Menos aún cuando estás en Groenlandia, en casa de tus primos, aburrida como una ostra. ¡Yo no aguanto aburrirme! Y tampoco voy a soportar Groenlandia si esto sigue así. ¡No pienso ponerme a coser, como mi madre! ¡Ni hacer carreras de escudos, como mi padre! ¡Ni bañarme desnuda entre las focas en el agua helada, como mi abuela!