En el verano de 1977, una niña nace en una población minera de un país bajo el dominio de la Unión Soviética. En el bloque de pisos donde vive con su familia, todos empleados de la planta química del Estado, observa con atención y extrañeza las rutinas de una economía planificada. A veces un tranvía...
En el verano de 1977, una niña nace en una población minera de un país bajo el dominio de la Unión Soviética. En el bloque de pisos donde vive con su familia, todos empleados de la planta química del Estado, observa con atención y extrañeza las rutinas de una economía planificada. A veces un tranvía los lleva a las afueras, donde cultivan una parcela asignada por el Gobierno y cavan un refugio, ante una amenaza difusa que la niña presiente. Una vez al año, un tren la aleja de la fealdad de la ciudad y la lleva a una granja en la aldea. Allí la naturaleza marca el ritmo de los días, los animales trabajan, las personas luchan por sobrevivir y los insectos cuentan historias del pasado. La vida transcurre entre la ciudad y el campo mientras la niña intuye que hay otro lugar, un sitio del que guarda un pálido e intermitente recuerdo. Un día descubre que no es la única que conoce ese lugar: en el bloque de pisos alguien más comparte su secreto. La originalidad de esta novela entronca con una tradición literaria que ahonda, a través de la aparente sencillez de una voz falsamente infantil, en los grandes temas contemporáneos. En este libro, que ha obtenido el LIV Premio Internacional de Novela Ciudad de Barbastro, Aleksandra Lun se adentra, con un asombroso tono intimista, en la historia reciente y en las cicatrices del núcleo familiar y de la sociedad, para contarnos una historia llena de misterio y suspense, de incertidumbre y promesa, que nos habla de la libertad y de la brevedad del tiempo que pasamos aquí.