• BORRACHOS CÓMO BEBIMOS BAILAMOS Y TROPEZAMOS EN NUESTRO CAMINO...

    SLINGERLAND, EDWARD DEUSTO Ref. 9788423433803 Ver otros productos de la misma colección Ver otros productos del mismo autor
    Aunque se han escrito ríos de tinta sobre la historia y la filosofía del alcohol y otras drogas, nadie había ofrecido hasta ahora una respuesta completa y convincente a la pregunta básica detrás del fenómeno: ¿por qué los seres humanos han recurrido desde siempre a sustancias alteradoras de la conci...
    Ancho: 150 cm Largo: 230 cm Peso: 250 gr
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    19,95 €
  • Descripció

    • ISBN : 978-84-234-3380-3
    • FechaEdicion : 01/09/2022
    • AñoEdicion : 2022
    • Idioma : Español, Castellano
    • Autores : SLINGERLAND, EDWARD
    • Traductores : PUERTOLLANO LÓPEZ, VERÓNICA
    • NumeroPaginas : 400
    • Coleccion : DEUSTO

    Aunque se han escrito ríos de tinta sobre la historia y la filosofía del alcohol y otras drogas, nadie había ofrecido hasta ahora una respuesta completa y convincente a la pregunta básica detrás del fenómeno: ¿por qué los seres humanos han recurrido desde siempre a sustancias alteradoras de la conciencia?


    Borrachos, un trabajo titánico de erudición interdisciplinar, trae una sorprendente respuesta a esta cuestión. A partir de la evidencia de la arqueología, la historia, la neurociencia cognitiva, la psicofarmacología, la psicología social, la literatura y la genética, el investigador Edward Slingerland demuestra que nuestro gusto por los intoxicantes químicos no es un error evolutivo, como a menudo se nos dice.


    De hecho, la intoxicación ayuda a resolver una serie de desafíos característicos de los humanos: mejorar la creatividad, aliviar el estrés, generar confianza y conseguir el milagro de que los primates ferozmente tribales cooperen con extraños.


    El lector castellanohablante por fin tiene a su alcance esta obra magna, una investigación que no sólo explica por qué queremos emborracharnos. Slingerland también muestra que, de vez en cuando, puede ser interesante agarrarse una buena cogorza…