Séneca fue una personalidad de muchas facetas que abordó con relativo éxito y comprobado entusiasmo: político, gran propietario, hombre de negocios, practicante y difusor de la filosofía, orador, poeta. Su compleja personalidad se nos aparece con fallos palmarios en un maestro de moral, pero esta de...
Séneca fue una personalidad de muchas facetas que abordó con relativo éxito y comprobado entusiasmo: político, gran propietario, hombre de negocios, practicante y difusor de la filosofía, orador, poeta. Su compleja personalidad se nos aparece con fallos palmarios en un maestro de moral, pero esta desconcertante escisión entre sus propuestas doctrinales y su vivir, que ha atraído y monopolizado en exceso la atención de muchos, no debe oscurecer la complejidad de su carácter y el mensaje que podemos extraer de su obra. Las "Cartas a Lucilio" forman un conjunto de 124 piezas publicadas en veinte libros. Séneca fraguó en estas cartas su obra cumbre, el testamento vital del filósofo, en el que están innumerables preocupaciones, vivencias y lecturas del autor. Son el único ejemplar que se conserva de una correspondencia filosófica en la Antigüedad y constituyen una pedagogía en acción, mostrando las técnicas que usa un maestro para hacer progresar al discípulo. Se detecta en ellas cierto método y un avanzar a pequeños pasos, como van desvelando poco a poco las complicaciones y riqueza de la doctrina.