Ambientada en los años de la Primera Guerra Mundial, época de movilización de los hombres y crisis económica, una familia marroquí huye de la miseria de Fez creyendo poder encontrar en Blida, Argelia, una vida mejor. Pero la penuria es la misma. La orgullosa y espléndida Saâda no puede aceptar una c...
Ambientada en los años de la Primera Guerra Mundial, época de movilización de los hombres y crisis económica, una familia marroquí huye de la miseria de Fez creyendo poder encontrar en Blida, Argelia, una vida mejor. Pero la penuria es la misma. La orgullosa y espléndida Saâda no puede aceptar una condición sin futuro y, sin que su alma intervenga, usa sus encantos para saciar su sed de vivir hasta llegar a ser, última ambición, artista de café-cantante. Aunque para lograr su vocación tenga que pagar un precio altísimo: la destrucción de su familia… Encontramos aquí, en esta primera novela, todos los elementos del arte de contar de Elissa Rhaïs: la mujer magrebí en el centro de su obra, un lugar privilegiado, su ciudad natal, Blida la Ciudad de las Rosas, una descripción de las relaciones humanas y sociales de asombrosa autenticidad, un estilo directo y vigoroso, y un ambiente muy marcado por la poesía y la música andalusí. Es decir, que su éxito parisino de hace justamente un siglo tal vez haya enmascarado su verdadera dimensión y por eso merece ser leída exactamente ahora.
Una de las grandes novelas de la literatura magrebí que había permanecido inexplicablemente oculta hasta ahora.
Elissa Rhaïs (1876-1940). Nacida en Blida, Argelia, bajo el nombre de Rosine Boumendil, fue autora de novelas y de cuentos orientalistas ambientados en el Magreb. Antes de comenzar su carrera literaria se hace pasar por una musulmana que huye de un harén. Poco tiempo después contará que es judía procedente de Argelia. Muy cerca de la tradición judeo-árabe, conocedora de muchas leyendas, proverbios y anécdotas sobre el medio judío de Blida y de Medea, a Elissa le gustaba contar cuentos y representarlos delante de sus hijos y de sus amigos. En 1919 se marcha a París con sus hijos y comienza a frecuentar los ambientes literarios. El público francés queda seducido por este nuevo exotismo. Entre 1919 y 1940, cuando vuelve a Blida, escribe numerosas obras contando el ambiente judío y árabe de la Argelia colonial, entre las que destacan: Le Café chantant (1920), Les Juifs ou la fille d’Eléazar (1921), L’Andalouse (1925), Par la voix de la musique (1927), La Riffaine (1929) y Enfants de Palestine (1931). Saâda la marroquí (1919) es su primera novela.