Los padres de Mateo no se atreven a dejarlo solo en casa y llaman a una canguro para que lo vigile. ¡Mateo está indignado! ¡Ya tiene edad para estar solo! Encima, Jana, la chica, lo ignora, pendiente todo el rato del móvil. Alguien debería rescatarlo de tanto aburrimiento... ¿y quién mejor que Caja,...
Los padres de Mateo no se atreven a dejarlo solo en casa y llaman a una canguro para que lo vigile. ¡Mateo está indignado! ¡Ya tiene edad para estar solo! Encima, Jana, la chica, lo ignora, pendiente todo el rato del móvil. Alguien debería rescatarlo de tanto aburrimiento... ¿y quién mejor que Caja, siempre dispuesto a pasarlo bien? Mateo va a su encuentro y le pide ayuda. Por supuesto, el plan que parecía perfecto se complicará, aunque esta vez no sólo Caja contribuirá a generar el caos: ¡Jana también tiene un don especial para ello!