Para mucha gente, el mito de las Brigadas Internacionales todavía hoy continúa intacto. Pero detrás de la aventura heroica de miles de voluntarios venidos de todo el mundo se esconde otra verdad, desconcertante y dolorosa, que revela este testimonio salvado del olvido. Sygmunt Stein, militante comun...
Para mucha gente, el mito de las Brigadas Internacionales todavía hoy continúa intacto. Pero detrás de la aventura heroica de miles de voluntarios venidos de todo el mundo se esconde otra verdad, desconcertante y dolorosa, que revela este testimonio salvado del olvido. Sygmunt Stein, militante comunista judío en Checoslovaquia, afectado por los procesos de Moscú, que hacen tambalear su fe revolucionaria, va a España a buscar la chispa que reavive sus ideales. Una vez llegado a Albacete, centro de las Brigadas Internacionales, lo nombran comisario de propaganda cultural, y este cargo le permite descubrir, día tras día, la magnitud del engaño estalinista. Enseguida se da cuenta de la realidad: «La Rusia soviética temía la existencia de una república democrática victoriosa en la Europa occidental, y por eso saboteaba el duelo sangriento entre las fuerzas democráticas y el fascismo». Todo lo que creía combatir en su lucha contra el franquismo, empezando por el antisemitismo, lo encuentra en su propio campo. La decepción es proporcional a la esperanza que lo había empujado a ir a España: inmensa. Después, destinado a la compañía judía Botwin, lo envían al frente como carne de cañón. De las ejecuciones arbitrarias de André Marty, el Carnicero de Albacete, a los banquetes gamberros de los comisarios políticos, pasando por las mentiras asesinas de la propaganda soviética, Sygmunt Stein denuncia virulentamente, en su libro, escrito en yidis durante la década de 1950, y no traducido al francés hasta 2012, la leyenda dorada de las Brigadas Internacionales.
Nacido en 1899, Sygmunt Stein pasó la juventud en el pueblo de Dobromil, cerca de Lemberg (Lviv en la actualidad). Adolescente autodidacta, se adhirió a las ideas socialistas y a la Unión General de los Trabajadores Judíos de Lituania, Polonia y Rusia, y, más tarde, al Partido Comunista. Militante profesional, miembro de la Komintern y de las Brigadas Internacionales, se rebela y abandona el mundo del comunismo en 1938, decepcionado y contrario a la actuación de la dirección política y militar de las Brigadas Internacionales. Muere en París en marzo de 1968. Sygmunt Stein hablaba yidis, hebreo, una variante del arameo, polaco, ucraniano, alemán y español.