Después de casi dos años encerrado en una celda de la cárcel Modelo de Barcelona, en la madrugada del día de difuntos de un año que no viene a cuento, Pacho Heredia está despierto, inquieto ante la libertad provisional que por fin tiene al alcance de la mano. Ha tenido tiempo de sobras para sopesar ...
Después de casi dos años encerrado en una celda de la cárcel Modelo de Barcelona, en la madrugada del día de difuntos de un año que no viene a cuento, Pacho Heredia está despierto, inquieto ante la libertad provisional que por fin tiene al alcance de la mano. Ha tenido tiempo de sobras para sopesar sus prioridades y trazar minuciosos planes, puesto que sólo contará con veinticuatro horas, a lo sumo cuarenta y ocho, para ejecutarlos. No hay tiempo que perder, no puede cometer un solo error, ¿pero logrará sustraerse a lo que a esas alturas de su vida ya parece un destino insoslayable? Gregorio Casamayor urde un relato a un tiempo clásico, como las antiguas tragedias, y original gracias al peculiar narrador que, pese a conmoverse por la suerte de su héroe, no tiene el poder de alterar el curso de los acontecimientos.