La Introducción a la historia universal, también conocida en occidente como los Prolegómenos y en árabe como Al-Muqaddima, fue escrita en 1377 como prólogo del primer libro de la historia mundial de Ibn Jaldún. No obstante, ya en vida del autor, fue considerada como una obra independiente, de caráct...
La Introducción a la historia universal, también conocida en occidente como los Prolegómenos y en árabe como Al-Muqaddima, fue escrita en 1377 como prólogo del primer libro de la historia mundial de Ibn Jaldún. No obstante, ya en vida del autor, fue considerada como una obra independiente, de carácter enciclopédico que engloba el conjunto de los conocimientos del siglo XIVque hoy relacionamos con facilidad con la filosofía, la historia, la economía, la sociología, la política, el urbanismo, la medicina, la magia, la religión, la filología o la ecología. Ibn Jaldun se valió para ello de todas las fuentes escritas de la época: greco-latinas, bizantinas y musulmanas. Muchos pensadores modernos la ven como una de las fuentes originales de las que beben las ciencias sociales. Lo que hoy llamamos al-Muqaddima, literalmente La Introducción, que se edita generalmente separada del resto de la obra, está constituida por la Introducción y el Libro Primero y que, como se ve, contiene las consideraciones que deben ser tenidas en cuenta para entender los acontecimientos históricos, de los que se da cuenta en los otros dos Libros. Aunque podemos considerarla independiente del Kitab al-Icbar, al que sirve de prólogo y de clave explicativa, debe ser contemplada como la creación de un sabio medieval, como tal obligado a saber y capaz de tratar de omni re scibile (“de todo lo susceptible de ser sabido”), como pretendieran en el siglo siguiente al de nuestro autor los grandes autores definidores del humanismo. La extraordinaria relevancia de las ideas socio-políticas y socio-culturales expuestas en al-Muqaddima han hecho que se preste menos atención a otos aspectos de la obra que, en otras circunstancias, hubieran despertado mayor interés. La actitud de Ibn ?aldun ante la religión –creemos que no siempre bien entendida–, la magia, las matemáticas, la astrología, la filología merecerían más atención de la prestada hasta ahora y también ofrecen la verdadera dimensión y talla intelectual de un sabio integral.