Rinko lo ha hecho todo bien. Se esforzó y conseguió triunfar como guionista y alquilar su propio estudio en un barrio de moda de Tokio antes de los treinta. Todo debería haber salido según lo planeado... Pero, a sus 33, no puede evitar lamentar que su carrera se ha estancado, todavía está dolorosamente soltera y pasa casi todas las noches bebiendo con sus dos mejores amigas en su pub favorito.
Una noche, borracha, Rinko jura casarse antes de que se celebren los Juegos Olímpicos de Tokio. Pero encontrar un hombre, y el amor, puede ser un trabajo despiadado para una romántica de corazón.