Mujeres y sexo, mujeres y amistad, mujeres y sufrimiento: las tres obras recogidas en este volumen exploran el universo femenino en sus facetas más oscuras y misteriosas. El cuerpo femenino rechaza convertirse en mercancía en el diálogo entre Manila y su cliente que da título al libro: una conversac...
Mujeres y sexo, mujeres y amistad, mujeres y sufrimiento: las tres obras recogidas en este volumen exploran el universo femenino en sus facetas más oscuras y misteriosas. El cuerpo femenino rechaza convertirse en mercancía en el diálogo entre Manila y su cliente que da título al libro: una conversación punzante e irónica en la que la mujer utiliza la única arma que tiene a disposición, la palabra, para poner al desnudo las mentiras del hombre, quien habla de amor y protección, pero solo quiere abusar de su cuerpo. En Dos mujeres de provincias, dos criadas consumidas por una vida de servidumbre se confían secretos y recuerdos mientras trabajan en la casa de un hombre al que apenas conocen. A medida que las mujeres ahondan en el relato de sus vivencias,van aflorando en la conversación la frustración y la rabia causadas por una existencia consagrada a cuidar y a honrar a los varones. Una familia de inmigrantes sicilianos protagoniza Los sueños de Clitemnestra. Los episodios de muerte y locura que viven sus componentes oscilan entre la tragedia griega y la violencia urbana e incuban un conflicto mortal entre la madre rebelde, llamada Clitemnestra, y una hija que siente devoción por el padre, la sombría Electra. Tres historias que sacan a relucir las costuras del patriarcado y ofrecen la mirada de mujeres que lo han sufrido en sus carnes; tres denuncias y una imperiosa invitación a cambiar las reglas de nuestra sociedad.De este hilo conductor que une el presente con el pasado nace un texto en el que la escritora consigue devolver a la santa rebelde las palabras que le censuraron, el protagonismo histórico que le arrebató la figura de Francisco, así como destacar el valor rompedor de su renuncia y de su inquebrantable abnegación. En esto, de hecho, reside la desobediencia de Clara, retratada por Maraini con delicadeza y complicidad en un libro a veces duro, salpicado de preguntas y reflexiones: en su obstinada insumisión ante las convenciones de una época dominada, al igual que hoy, por el hombre.