Este es un libro optimista sobre la experiencia de la maternidad que respira el espíritu fresco e inimitable de su famosa autora. Alma Obregón deja por un momento la repostería, que tanta popularidad le ha dado, para reflejar con naturalidad y sin pretensiones su vivencia con dos bebés muy diferentes: Bruno y Lola. Con ellos está cumpliendo un deseo vital de ser madre, sin haber dejado nunca de lado su carrera profesional o sus anhelos personales. Aquí nos cuenta cómo lo ha conseguido.
Un canto feliz a la experiencia de la maternidad.