?No se debe combatir a los dictadores, hay que ridiculizarlos?, son las palabras de Bertolt Brecht con las que declara sus intenciones el autor de este libro. ¿Cuál es la naturaleza y qué consecuencias tiene el humor clandestino, el humor prohibido? Esta es la pregunta a la que Varnágy trata de resp...
?No se debe combatir a los dictadores, hay que ridiculizarlos?, son las palabras de Bertolt Brecht con las que declara sus intenciones el autor de este libro. ¿Cuál es la naturaleza y qué consecuencias tiene el humor clandestino, el humor prohibido? Esta es la pregunta a la que Varnágy trata de responder en este libro. Para ello hace un recorrido por territorios que, por su origen húngaro, conoce muy bien: la URSS y los países de tipo soviético del Este de Europa, para llegar a la conclusión de que los chistes prohibidos que circulaban clandestinamente en el bloque soviético constituyeron un factor de deslegitimación que produjo una risa liberadora que revelaba las contradicciones y la brecha entre la propaganda y la realidad concreta. Antes de llegar hasta aquí, Varnàgy, que no oculta sus simpatías por Marx, viaja a la Grecia clásica y a distintas etapas de la historia para exponer cómo los chistes y el humor han sido objeto de persecuciones. Aborda la historia del pensamiento occidental, desde el Antiguo Testamento y los Evangelios, pasando por la risa homérica, las comedias de Aristófanes y la filosofía griega. Analiza el pensamiento de Tomás de Aquino o la interpretación de Umberto Eco en El nombre de la rosa. El grueso del libro lo constituye una colección de chistes e historietas del humor político ?comunista?, desde la Revolución Rusa hasta Gorbachov, con una recopilación de todos los ?socialismos realmente existentes? en Europa. Finalmente, indaga la crisis de los valores socialistas y el quebranto de su legitimidad a través de los chistes.