Los tres hijos de Lucy Towne, dos niñas y un niño a punto de entrar en la pubertad, son testigos de la sucesión de rituales familares —comidas navideñas, bodas, entierros— que marcan el ritmo de su propia existencia, la de sus padres y la de sus tres tías solteronas: la siempre eficiente tía Agnes, la «desgraciada» tía Verónica, y la tía May, una antigua monja que ahora vive un amor tardío. La vida de las cuatro mujeres gira en torno a la presencia imponente de Mamá Towne, la madrastra que las crió y que parece haberles inculcado una habilidad especial para la insatisfacción, la irresolución, la mala suerte y la depresión. Es ésta una auténtica novela de iniciación, en la que sus jóvenes protagonistas descubrirán que vivir es, en el fondo, dialogar incesantemente con los demonios familiares.