El autor desmonta el convencionalismo según el cual las revueltas estarían asociadas a una dirección política que guía sus pasos hacia la victoria; cuestiona radicalmente la idea de vanguardia, y muestra que los grupos dirigentes suelen ir a ciegas y
El autor desmonta el convencionalismo según el cual las revueltas estarían asociadas a una dirección política que guía sus pasos hacia la victoria; cuestiona radicalmente la idea de vanguardia, y muestra que los grupos dirigentes suelen ir a ciegas y