«No hay amigos, sino momentos de amistad», anotó en su diario íntimo Jules Renard. Fiel a este espíritu, y con la rara mezcla de crudeza, emotividad y humor que caracteriza el estilo de Carlos Pardo, Lejos de Kakania es una inclemente disección de la amistad y de la caducidad de los afectos. También...
«No hay amigos, sino momentos de amistad», anotó en su diario íntimo Jules Renard. Fiel a este espíritu, y con la rara mezcla de crudeza, emotividad y humor que caracteriza el estilo de Carlos Pardo, Lejos de Kakania es una inclemente disección de la amistad y de la caducidad de los afectos. También, un estudio de los encantamientos del arte y de nuestras frágiles identidades culturales en la periferia del mundo de consumo. Después de haber fracasado en los estudios, el narrador regresa a su ciudad para cuidar de su madre y competir con su hermano por el cariño familiar. Hasta que conoce al poeta Virgilio López y juntos emprenden un viaje a las fuentes de la alta cultura, la Kakania de Robert Musil, el Imperio Austrohúngaro… o a sus exiguos restos en la Euro¬pa del final del milenio. Amistad y poesía podrían convertirse en la sublimación de una realidad mediocre. Y en una impúdica lucha de egos.
Con una sorprendente hibridación de géneros, de la farsa al verso medido, de la novela de «ilusiones perdidas» a la autobiografía sociológica (V. S. Naipaul y Annie Ernaux como maestros), Carlos Pardo lleva un paso más lejos la pregunta sobre el territorio de las ficciones en el siglo XXI.