«La democracia es un tranvía: cuando llegas a tu parada, te bajas.» Dos décadas después de esa frase, Recep Tayyip Erdogan parece haberse convencido de que Turquía ha llegado a su destino. Tras considerarse durante años un paradigma de conciliación entre islam y democracia, todo apunta a que el país está a las puertas de una nueva era.
El líder turco se halla hoy embarcado en una misión histórica: transformar Turquía a su imagen y semejanza. Desteja el laicismo impuesto en 1923 por el fundador de la República, Mustafa Kemal Atatürk, al tiempo que recupera el legado del Imperio otomano y la aspiración de convertir Turquía en una potencia internacional islámica. Todo ello sin derrocar formalmente las instituciones democráticas del país, sino aprovechándose de ellas.
Con un estilo a caballo entre el reportaje y el ensayo, Mourenza y Topper combinan en este libro con maestría el componente biográfico, la explicación sociológica y la crónica que captura un momento crucial. Se valen de investigaciones realizadas a lo largo de la última década, en la que los autores han cubierto la actualidad del país para los mayores medios de comunicación españoles, y de decenas de entrevistas exclusivas. Todo ello para abordar el modo en que Erdogan ha convertido a Turquía en un actor geopolítico de primer nivel. Y a costa de qué.