Ana se enfada por todo. Mucho más deprisa y muchas más veces que los demás niños. ¡Siempre está furiosa! Y cuando se pone furiosa, tiene que gritar y berrear. Patalear con los pies y golpear con los puños... ¡Y eso es una auténtica lata!
Ana se enfada por todo. Mucho más deprisa y muchas más veces que los demás niños. ¡Siempre está furiosa! Y cuando se pone furiosa, tiene que gritar y berrear. Patalear con los pies y golpear con los puños... ¡Y eso es una auténtica lata!