Las regiones de Campania, Apulia, Basilicata y Calabria ocupan la zona sur de la geografía italiana y, en grupo, componen uno de los destinos turísticos más completos que se pueden encontrar. La guía Trotamundos os ayudará a descubrir todos sus tesoros, proponiendo rutas y aconsejando visitas (mucha...
Las regiones de Campania, Apulia, Basilicata y Calabria ocupan la zona sur de la geografía italiana y, en grupo, componen uno de los destinos turísticos más completos que se pueden encontrar. La guía Trotamundos os ayudará a descubrir todos sus tesoros, proponiendo rutas y aconsejando visitas (muchas de ellas, fuera de los caminos trillados), así como recomendando lugares para disfrutar de la gastronomía y los productos locales. En la región abundan los monumentos de la Antigüedad, testigos del poderío de la Magna Grecia (Metaponto y Matera en Basilicata; Taranto en Apulia; Gerace, Stilo o Rossano en Calabria...) y del Imperio romano (Pompeya, Herculano, Torre Annunziata...). Aunque aquí no se puede hablar realmente de un Renacimiento italiano meridional, como el que caracterizó las regiones del norte, hay que decir que el Barroco florece casi en todas partes del meridione, y, en sus ciudades (sobre todo en Lecce y Nápoles), apreciaréis los más asombrosos ejemplos de este estilo arquitectónico. A estos destinos, añadid los de naturaleza, de forma que podréis alternar vuestras visitas a yacimientos y monumentos con excursiones o rutas por parajes como el bosque de cedros de la Foresta Umbra o los magníficos acantilados de Gargano, o bien, una tarde de playa tomando el sol y buceando en las islas Tremiti... ¿Tentador, verdad? Pues aquí no acaba todo. Además de alimentar vuestro espíritu, podemos decir que disfrutaréis de lo que llamaremos, sin miedo a equivocarnos, " verdaderas experiencias gastronómicas " , que van desde los distintos tipos de pizze (frita, rellena...), las pastas secas y la auténtica mozzarella, hasta los erizos de Bari o dulces irresistibles, como la sfogliatella, el baba al ron o la pastiera. Sin olvidados de tomar una copita de limoncello en Capri. En definitiva, ¡bienvenidos a la dolce vita!