A veces, los mejores amigos son los más inesperados... Un niño desea jugar, pero no tiene a nadie con quien hacerlo. No puede montarse al balancín él solo, ni jugar a lanzar y atrapar la pelota sin nadie que se la devuelva después, ¡ni siquiera puede j
A veces, los mejores amigos son los más inesperados... Un niño desea jugar, pero no tiene a nadie con quien hacerlo. No puede montarse al balancín él solo, ni jugar a lanzar y atrapar la pelota sin nadie que se la devuelva después, ¡ni siquiera puede j