La relevancia histórica y arquitectónica del antiguo Imperio austrohúngaro ha dejado en estos dos países una huella que se refleja en la belleza de capitales, ciudades y pueblos. La fama de ciudades monumentales que precede a Praga o Bratislava es conocida, pero su turismo creciente ha hecho que sus...
La relevancia histórica y arquitectónica del antiguo Imperio austrohúngaro ha dejado en estos dos países una huella que se refleja en la belleza de capitales, ciudades y pueblos. La fama de ciudades monumentales que precede a Praga o Bratislava es conocida, pero su turismo creciente ha hecho que sus visitantes no se detengan solo en ellas. La república Checa guarda un ingente patrimonio monumental con enclaves impresionantes como Ostrava, Cesky Krumlov, Karlovy Vary, Olomouc, Kutná Hora, los castillos de Krivoklat, Karlstejn, etc. Eslovaquia se ha revelado en las últimas décadas como una muy grata sorpresa para cuantos visitan la zona. Ciudades como Bratislava (la capital del país), Kosice, los numerosos castillos (el de Spis es el mayor de Europa), enclaves naturales de inmensa belleza (el Parque Nacional de los Tatra) o las originales iglesias de madera están haciendo que cada año aumente el número de turistas que descubren en Eslovaquia uno de los países más hermosos de Centroeuropa.