Había una vez un carpintero pobre y solitario. Se llamaba Geppetto. Vivía completamente solo en una pequeña habitación, con una ventana diminuta que dejaba entrar un débil rayo de luz. El carpintero decidió fabricar una marioneta para que le hiciera co
Había una vez un carpintero pobre y solitario. Se llamaba Geppetto. Vivía completamente solo en una pequeña habitación, con una ventana diminuta que dejaba entrar un débil rayo de luz. El carpintero decidió fabricar una marioneta para que le hiciera co