Hace ya algunos siglos, un temible dragón asoló el pueblo de Montblanc. Muchos de sus habitantes fueron víctimas de la bestia, que día tras día engullía a una persona, escogida al azar para calmar su apetito. Ni siquiera de la princesa quiso apiadarse,
Hace ya algunos siglos, un temible dragón asoló el pueblo de Montblanc. Muchos de sus habitantes fueron víctimas de la bestia, que día tras día engullía a una persona, escogida al azar para calmar su apetito. Ni siquiera de la princesa quiso apiadarse,