A la hora de ganar una guerra o de establecer las grandestácticas de los campos de batalla, los francotiradores sonalgo irrelevante, pero en el combate diario probablemente seanlos soldados más valiosos. Su poder psicológico magnificaenormemente el efecto de su actuación.En el Somme, en 1916, todos ...
A la hora de ganar una guerra o de establecer las grandes tácticas de los campos de batalla, los francotiradores son algo irrelevante, pero en el combate diario probablemente sean los soldados más valiosos. Su poder psicológico magnifica enormemente el efecto de su actuación. En el Somme, en 1916, todos los que fueron capturados por uno u otro bando acabaron cosidos a bayonetazos, fusilados o colgados. Lo mismo ocurrió en la Segunda Guerra Mundial, un conflicto donde ya se realizaban enormes matanzas de forma impersonal y mecanizada. Lo cierto es que puede parecer espeluznante la forma en que acechaban a sus víctimas, estudiaban sus hábitos y, luego, les quitaban la vida sin piedad, pero a pesar de ello nunca fueron asesinos sin sentido, si no profesionales encargados, como tantos otros, de cumplir una misión determinada. Este libro profundiza en su personalidad, sus tácticas y sus armas. Desde sus primeras acciones en el siglo XIX, hasta los contemporáneos conflictos del siglo XXI en que participan los que hoy se denominan «tiradores de precisión».