El mundo es un lugar complejo y cambiante. Resolver los problemas que enfrentamos globalmente, en cada región y cada barrio requiere mucha inteligencia y altos conocimientos, pero también el desarrollo de habilidades y valores que no siempre han estado en el foco principal de la educación. Como ocur...
El mundo es un lugar complejo y cambiante. Resolver los problemas que enfrentamos globalmente, en cada región y cada barrio requiere mucha inteligencia y altos conocimientos, pero también el desarrollo de habilidades y valores que no siempre han estado en el foco principal de la educación. Como ocurre con los ordenadores, el 0201C;sistema operativo0201D; con el que entendemos el mundo y la escuela ha quedado obsoleto y requiere una actualización urgente. Las empresas requieren nuevos perfiles y habilidades profesionales, las familias demandan 0201C;algo distinto0201D; que meros exámenes y deberes del colegio de sus hijos, los alumnos manifiestan no tener una experiencia significativa y relevante, feliz, en su etapa académica; y todas las tendencias académicas (neurociencia, The Future of Jobs, etc.) diagnostican un problema. Pero a nuestro alrededor hay soluciones, probadas y funcionando. Así nos lo cuenta el autor que, desde hace años, ha estado en contacto con muchas de las personas más innovadoras e inspiradoras del ámbito nacional e internacional. Visibilizar sus argumentos y sus soluciones puede ser una fórmula para acelerar esta transformación. Todo empieza con una pregunta, 0201C;¿por qué educamos?0201D;. El libro es resultado de conversaciones con personas de referencia en el sector educativo, desde un punto de vista holístico: la escuela, el barrio, la familia02026; ¿Y la conclusión? Estamos ante un nuevo paradigma: es tan importante aprender matemáticas como aprender a mejorar el mundo en el que vivimos. De hecho, es perfectamente compatible. La experiencia vital de niños, niñas y jóvenes tiene que activarles como 0201C;agentes de cambio0201D;. La educación necesita recuperar su propósito esencial.