La sociedad ha cambiado y los alumnos tienen nuevas necesidades que hacen que ser profesor ahora sea muy diferente.El maestro del siglo xxi necesita, además de conocimientos sobre su materia, herramientas que le permitan atender correctamente a esta nueva realidad.Para conseguirlo, una nueva ciencia...
La sociedad ha cambiado y los alumnos tienen nuevas necesidades que hacen que ser profesor ahora sea muy diferente. El maestro del siglo xxi necesita, además de conocimientos sobre su materia, herramientas que le permitan atender correctamente a esta nueva realidad. Para conseguirlo, una nueva ciencia, la Neuroeducación, ofrece una herramienta muy poderosa que ayuda a enseñar y aprender atendiendo al propio órgano encargado de todo el proceso: el cerebro. Porque el cerebro humano ha evolucionado para educar y ser educado, y ser capaces de explicar y comprender los procesos cerebrales que están en la base del aprendizaje ?la memoria, las emociones, los sentimientos, etc. ? nos ayuda a modificar las estrategias pedagógicas para adecuarlas a las características de cada persona y sus necesidades específicas, consiguiendo así que nuestros métodos de enseñanza se adapten a las etapas del desarrollo evolutivo y a las diferencias individuales. En esta obra se exponen las bases neurales, resumiendo lo principal y estableciendo su significado para el proceso educativo, pero manteniendo una orientación práctica, que si bien impregna toda la obra, tiene un reflejo especial en los apartados denominados «¿Qué puede hacer el profesor en el aula?». La presentación es muy amena y práctica, con ejemplos, cuadros y esquemas. De este modo, se plantea el cambio en la metodología del profesor como una de las bases de la transformación de la escuela, y se demuestra con ejemplos tomados de la práctica diaria de su autora como docente, estableciendo un puente de conexión entre la Neurociencia y las habilidades que hay que desarrollar en el ámbito educativo.