Este libro nos ofrece una fascinante clave para comprender algunos de los enigmas más persistentes de la física y la cosmología contemporáneas. En efecto, tomándose en serio la antigua analogía de que —como sostuvieron, entre otros, Pitágoras o Kepler— el universo esconde proporciones armónicas, el profesor Stephon Alexander emplea las nociones de ritmo, armonía, proporción, tonalidad o improvisación para acompañarnos en un viaje que arranca en los inicios del universo y nos acerca a los confines de la expansión cósmica. Así, mientras que la moderna teoría de cuerdas nos habla de un mundo de subpartículas en continua vibración, los astrónomos sospechan que el macrocosmos se expande y se contrae en ciclos que recuerdan estructuras musicales.