En un inmenso suburbio, que Burroughs definiría más tarde como la «Interzona» y que abarca desde la Ciudad de México hasta Panamá, un álter ego del escritor, Lee, teje su tela amorosa en torno a Allerton, un joven ambiguo, indiferente como un animal. Deambula por locales cada vez más sórdidos, y en ...
En un inmenso suburbio, que Burroughs definiría más tarde como la «Interzona» y que abarca desde la Ciudad de México hasta Panamá, un álter ego del escritor, Lee, teje su tela amorosa en torno a Allerton, un joven ambiguo, indiferente como un animal. Deambula por locales cada vez más sórdidos, y en esas excursiones nos regala su negrísimo humor. Lee parte con su amigo a la búsqueda de la ayahuasca, droga absoluta capaz de otorgar el control total sobre los cerebros, y por eso mismo codiciada por Rusia y Estados Unidos... y por todo amante. Sabe que con Allerton no podrá encontrar aquello que desea, pero no puede renunciar a ello. En esta novela aflora por primera vez ese paisaje alucinado que es el mundo particular de William Burroughs.