«Si existe una teoría científica de la inteligencia, debería haber otra igualmente científica de la estupidez. Creo, incluso, que ensen?arla como asignatura troncal en todos los niveles educativos produciría enormes beneficios sociales. El primero de ellos, vacunarnos contra la tontería, profilaxis ...
«Si existe una teoría científica de la inteligencia, debería haber otra igualmente científica de la estupidez. Creo, incluso, que ensen?arla como asignatura troncal en todos los niveles educativos produciría enormes beneficios sociales. El primero de ellos, vacunarnos contra la tontería, profilaxis de urgente necesidad.» Este libro intenta responder a preguntas que todos nos hacemos. ¿Por que? nos equivocamos tanto? ¿Por que? nos empen?amos en amargarnos la existencia? ¿Por que? las personas inteligentes hacen cosas tan estu?pidas? ¿Por que? tropezamos cien veces con la misma piedra? El autor desaloja a la inteligencia de su trono plato?nico, donde se dedicaba a las puras tareas de la razo?n pura, para sumergirla en la vida diaria, en la impura razo?n pra?ctica. El gran objetivo de la inteligencia es la felicidad y, por ello, todos sus fracasos tienen que ver con la desdicha. En esta obra se hace por primera vez una taxonomi?a de la inteligencia fracasada, una herborizacio?n de los mecanismos de la estupidez. Hay fraca- sos cognitivos y afectivos, lenguajes fracasados y fracasos de la voluntad, hay fracasos personales y poli?ticos. El fanatismo, el desamor, la incomprensio?n de las parejas, las adicciones, la injusticia, la rutina, el miedo y la sumisio?n, los heroi?smos criminales, la ferocidad glorificada son derrotas de la inteligencia. «Me lleva a estudiar un tema tan complicado mi optimismo de pedagogo», escribe Marina, y demuestra una vez ma?s su vocacio?n pra?ctica. «No me gusta el fracaso, lo confieso. Creo que la inteligencia puede triunfar y seri?a deseable que lo hiciera. Pues por mi? que no quede. La finalidad de este libro es ayudar a reducir la vulnerabilidad humana.»