En un mundo donde cada vez hay menos margen para soñar, llevar una vida intrascendente es tan sencillo como dejarse arrastrar por la rutina y aceptar que de nuestra existencia no hay que esperar grandes cosas. A no ser que un día, cansados de tanta mediocridad, nazca en nosotros el imperioso deseo d...
En un mundo donde cada vez hay menos margen para soñar, llevar una vida intrascendente es tan sencillo como dejarse arrastrar por la rutina y aceptar que de nuestra existencia no hay que esperar grandes cosas. A no ser que un día, cansados de tanta mediocridad, nazca en nosotros el imperioso deseo de convertir en realidad todos aquellos sueños que se vieron truncados cuando alguien nos convenció de que la vida no era como la imaginábamos. Nosotros sentimos esta necesidad cuando casi sin darnos cuenta estábamos dentro de esta decadencia de ver pasar los días y conformarse con ello. En nuestro caso, para desafiar a la vida cotidiana sólo tuvimos que recuperar la antigua y juvenil locura de querer dar la vuelta al mundo. Este libro es el relato de aquel viaje. Un viaje que decidimos hacer cuando descubrimos que debíamos vivir nuestro sueño si no queríamos acabar soñando nuestra vida.