Dan O?Brien es novelista, profesor de literatura y cetrero. Creció entre fábricas de neumáticos al noroeste de Ohio, pero siendo un crío contempló una imagen que marcaría su existencia: a través de la ventanilla trasera de un Chevrolet del 55 atisbó la desolada y sublime inmensidad de las Grandes Ll...
Dan O?Brien es novelista, profesor de literatura y cetrero. Creció entre fábricas de neumáticos al noroeste de Ohio, pero siendo un crío contempló una imagen que marcaría su existencia: a través de la ventanilla trasera de un Chevrolet del 55 atisbó la desolada y sublime inmensidad de las Grandes Llanuras. Treinta años después compró allí un rancho y cambió de vida. Llegó con varios títulos universitarios y una inmensa biblioteca a un lugar en el que los libros no gozan de mucho prestigio. Se llevó un halcón como única arma para cazar en una tierra de impetuosos escopeteros. Y, para colmo, comenzó a hablar con sus vecinos sobre la importancia de preservar la fauna salvaje. Algunos pensaron que estaba loco y a otros les pareció un tipo peligroso.
Desde aquel momento Dan O?Brien trató de encontrar una forma de ganarse la vida en ese lugar bello e inhóspito. Pero pronto descubrió que las Grandes Llanuras no eran lo que de niño se figuraba: tras la aniquilación de los sesenta millones de búfalos que las poblaban y garantizaban su ecosistema, toda su riqueza natural fue devastada por el empuje capitalista. Entonces Dan O?Brien imaginó lo imposible: recuperar el entorno original e indómito que existió un día en esas vastas tierras, trayendo de vuelta a los búfalos. Y así, de paso, recobrar una forma de vida noble y salvaje para esos animales prácticamente extinguidos y también para él mismo.
Ésta es su asombrosa y apasionante odisea, narrada con la mirada penetrante de un gran novelista y el arrojo de uno de los referentes del ecologismo de nuestro tiempo. Un libro que ha entrado por derecho propio en el canon de la llamada nature writing, y que ilustra a la perfección la manera en que la vida se engrandece cuando nos decidimos a ir en busca de aquello que de verdad nos hace sentir vivos.