Ambientada en una región del centro de África hacia finales del Pleistoceno, POR QUÉ ME COMÍ A MI PADRE es la crónica trepidante y en algunos momentos jocosa de la lucha por la supervivencia de una horda de hombres mono y de sus esfuerzos por conseguir que mejoren sus condiciones de vida. Dirigidos ...
Ambientada en una región del centro de África hacia finales del Pleistoceno, POR QUÉ ME COMÍ A MI PADRE es la crónica trepidante y en algunos momentos jocosa de la lucha por la supervivencia de una horda de hombres mono y de sus esfuerzos por conseguir que mejoren sus condiciones de vida. Dirigidos con mano firme por Edward, el patriarca de la horda, obsesionado con que el hombre mono evolucione y ciegamente convencido de la capacidad intelectual de los homínidos para imponerse al resto de las especies animales, los miembros de la horda se van adaptando de buen grado a los importantes cambios que se suceden en sus vidas gracias, entre otros adelantos, al fuego, a los instrumentos de caza o a la exogamia. Solo un miembro de la horda no ve con buenos ojos lo que está sucediendo, el tío Vania, hermano de Edward. Protagonista de algunas de las escenas más hilarantes de la novela, Vania no deja de mostrar su total desacuerdo con las ansias de progreso que animan a Edward y es un defensor a ultranza de una forma de vida más natural. A pesar de que los hechos corroboran que el camino emprendido por Edward es el acertado, llegará un momento en el que el narrador de la novela, Ernest, el más reflexivo de sus hijos, empiece a preguntarse si algunas de las decisiones que está tomando su padre no suponen una amenaza para la horda...