Hay momentos imposibles de olvidar, y aunque hayan pasado treinta años desde entonces, Joanna aun recuerda el sendero en el campo y la tarde de verano en que un hombre de repente se acercó a su madre y a sus hermanos y acabó con la vida de toda la familia. Ella, una niña de seis años, consiguió hui...
Hay momentos imposibles de olvidar, y aunque hayan pasado treinta años desde entonces, Joanna aun recuerda el sendero en el campo y la tarde de verano en que un hombre de repente se acercó a su madre y a sus hermanos y acabó con la vida de toda la familia. Ella, una niña de seis años, consiguió huir y ahora es una mujer que intenta llevar una vida apacible con su marido y su hijo. Mientras Joanna trabaja, el bebé se queda al cuidado de Reggie, una adolescente que ya ha aprendido a bregar con el dolor.
Las cosas parecen transcurrir de la mejor de las maneras, hasta que un buen día el pasado vuelve para presentar factura: Joanna y el niño desaparecen sin dejar rastro y quien se ve involucrado en la investigación de este extraño caso es Jackson Brodie, un hombre adorablemente imperfecto que trabaja como detective y siempre acaba confundiendo profesión y vida privada.
Los caprichos del destino van a unir a Joanna, a Reggie, a Brodie y a la inspectora Monroe en un juego fascinante, que rompe los límites de la novela de género y nos muestra la fuerza de una escritura donde el talento está en los detalles.
«Al convertirse en autora de novelas policíacas, Kate Atkinson ha mejorado sus cualidades literarias. Es, como nunca antes, una espléndida escritora, a secas.» The Guardian