Cuentos del Mediodía:Durante varios años, una vez al día, Luis del Val ha escrito cada uno de estos cuentos. Durante varios años, al mediodía -como si de una medicina se tratara- todos estos cuentos cobraron vida en la inconfundible voz de Luis del Val.Un mago que hace desaparecer a su suegra, un pe...
Dimensions:
250 x 170 x 55 cm
Peso:
1364 gr
Descatalogat
30,00 €
Descripció
ISBN :978-84-9877-172-5
FechaEdicion :01/12/2008
AñoEdicion :2008
Idioma :Español, Castellano
Autores :DEL VAL, LUIS
NumeroPaginas :520
Coleccion :ALGAIDA LITERARIA
Cuentos del Mediodía: Durante varios años, una vez al día, Luis del Val ha escrito cada uno de estos cuentos. Durante varios años, al mediodía -como si de una medicina se tratara- todos estos cuentos cobraron vida en la inconfundible voz de Luis del Val. Un mago que hace desaparecer a su suegra, un perro que juega al póker, un museo donde las pinturas salen de los cuadros al caer la noche o el misterio de unos chinos centenarios son algunas de las historias que pueblan estas páginas. Cuentos que hacen reir o que provocan una lágrima, cuentos de argumentos imposibles o sorprendentes desenlaces, cuentos que a veces no son cuentos, sino más bien un guiño, una broma, un beso, una palmada en el hombro o un pellizco en el corazón. La infeliz vida conyugal del Índice Nikkei, unos termómetros estropeados que traen el invierno a la ciudad, un hombre que crece desmesuradamente o quién sabe si tú mismo, lector, no te habras convertiso ya en un personaje de este libro.
Cuentos del Medianoche: Tras el éxito de los Cuentos del mediodía, Luis del Val nos revela en esta segunda selección de sus relatos, Cuentos de medianoche, otra vertiente más oscura e ínquietante. Desde El fantasma de la cocina, una narración larga sobre apariciones domésticas, y a lo largo de más de sesenta cuentos de breve extensión, Luis del Val escribe de fantasmas cotidianos --a veces del más allá, pero también, y por eso mismo aterradores, del más acá--, de misterios que desafían nuestra percepción de la realidad, de situaciones sorprendentes que se burlan de la lógica. Y todo ello sin renunciar a su habitual complicidad con el lector, gracias a un estilo fluido y ameno, y a una amable ironía y notable agudeza en la contemplación del ser humano. Porque en Luis del Val el terror siempre deja hueco al humor, y con la misma facilidad nos provoca un escalofrío o nos arranca una sonrisa.