Los quince relatos que componen Un mortal sin pirueta constituyen una galería de personajes dispares formada por mujeres hermosas, actores, poetas del romanticismo alemán, viejos fotógrafos romanos, profesores excéntricos y maestros que dejaron huella, junto a deportistas iluminados y jubilados con ...
Los quince relatos que componen Un mortal sin pirueta constituyen una galería de personajes dispares formada por mujeres hermosas, actores, poetas del romanticismo alemán, viejos fotógrafos romanos, profesores excéntricos y maestros que dejaron huella, junto a deportistas iluminados y jubilados con algún secreto. Todos estos protagonistas comparten el gozo de algún momento estelar en su pasado, así como la valentía de asumir con heroismo la fugacidad y limitaciones del tiempo humano. Para este fino observador que es Ernesto Calabuig, relatar se convierte así en una tarea de memoria y rescate: una justa rebelión contra el olvido para que aquello que fue, siga siendo todavía.