Ismael recuerda que un día fue algo más que un rey y algo menos que Adán, que llegó pobre al fin del mundo y pobre salió de él, que fue esclavo sin saber y cazador de esclavos sin querer, embajador de un anticristo filantrópico, traductor y traidor; que tuvo un mundo sólo para sí, y lo perdió. Todo ...
Ismael recuerda que un día fue algo más que un rey y algo menos que Adán, que llegó pobre al fin del mundo y pobre salió de él, que fue esclavo sin saber y cazador de esclavos sin querer, embajador de un anticristo filantrópico, traductor y traidor; que tuvo un mundo sólo para sí, y lo perdió. Todo eso era posible en la Amazonía de principios del siglo XX, cuando el boom del caucho puso frente a frente, con una violencia inédita, la civilización industrial, con su tropel de codicias y deseos, y una selva aún oculta en las fuentes del mayor río del mundo.