«Cuando ya no cupo duda de que Yegor Timoféyevich Pomerántsev, el subjefe de la oficina de la Administración local, había perdido definitivamente la razón, se hizo en su favor una colecta que produjo una suma bastante importante y se le recluyó en una clínica psiquiátrica privada». Así comienza Los ...
«Cuando ya no cupo duda de que Yegor Timoféyevich Pomerántsev, el subjefe de la oficina de la Administración local, había perdido definitivamente la razón, se hizo en su favor una colecta que produjo una suma bastante importante y se le recluyó en una clínica psiquiátrica privada». Así comienza Los espectros, retrato con imágenes ligeras y contrastes pétreos, de pesimismo inabarcable y humor oscuro, que nos acompaña hasta las proximidades de la locura, esa zona inasible y sombría en que lo entrañable y la necesidad de redención se aúnan.