«Albert recogió la carta. Lentamente se sentó en la silla que estaba junto a la mesa. Tenía el pulso firme y controlado. Al abrirla, soltó una risotada. Su familia levantó la mirada sorprendida, pues Albert era un hombre tremendamente serio que rara vez se permitía el lujo de una carcajada espontáne...
«Albert recogió la carta. Lentamente se sentó en la silla que estaba junto a la mesa. Tenía el pulso firme y controlado. Al abrirla, soltó una risotada. Su familia levantó la mirada sorprendida, pues Albert era un hombre tremendamente serio que rara vez se permitía el lujo de una carcajada espontánea. Algo ominoso se encrespó en el interior del estómago de Kehinde. Había visto el envés de la carta. Sólo podía tener un remitente: las hermanas de Albert en Nigeria.» Kehinde es una mujer nigeriana que vive en Londres desde hace 18 años con Albert, su marido, y sus dos hijos. Durante su larga estancia en la capital inglesa, ha aprendido a disfrutar de una suerte de libertad que se truncará cuando se vea obligada a regresar a Nigeria, a su país natal, a su pasado. Recelosa del primitivismo africano, el retorno cambiará su vida para siempre. El choque con unas costumbres que, aun siendo las de su gente -o quizá precisamente por serlo-, le provocan cierto rechazo, hará que regrese a Londres, repudiada por los propios nigerianos, para volver a empezar de cero. Un relato lúcido, apasionante y fresco con el que la autora, considerada una de las mejores narradoras africanas en lengua inglesa, retrata el conflicto de la inmigración desde la perspectiva de una mujer africana.