Uno de los mayores retos de Miranda Seymour como biógrafa: trazar la figura de un padre muy especial y explorar, de paso, los rincones más secretos de su propia familia. Sincera, valiente, ágil y sobrecogedora a veces, es, asimismo, el magnífico retrato de toda una época y una clase social.
Uno de los mayores retos de Miranda Seymour como biógrafa: trazar la figura de un padre muy especial y explorar, de paso, los rincones más secretos de su propia familia. Sincera, valiente, ágil y sobrecogedora a veces, es, asimismo, el magnífico retrato de toda una época y una clase social.