«Lo verdaderamente importante es el espíritu. El espíritu -y no el cuerpo- es quien permite advertir los fallos del enemigo, sobreponerse a su ataque y, por último, doblegar por completo al adversario».Juan Gil
«Lo verdaderamente importante es el espíritu. El espíritu -y no el cuerpo- es quien permite advertir los fallos del enemigo, sobreponerse a su ataque y, por último, doblegar por completo al adversario».