A lo largo de toda esta obra encontrarás citas extraídas del libro Tao-te Ching también llamado Libro del sendero, atribuido al filósofo chino del siglo VI, Lao-Tzu, aunque también contiene pasajes pertenecientes a otros autores. Para mí el Tao es la esencia de la vida. Es, además de la Verdad Única...
Ancho:
200
cm
Largo:
200
cm
Peso:
360 gr
Descatalogat
24,00 €
Descripció
Encuadernacion :MobilPocket
ISBN :978-84-8445-018-4
FechaEdicion :01/12/2000
AñoEdicion :2000
Idioma :CASTELLANO
Autores :CARBONETTI, JEANNE
NumeroPaginas :112
Coleccion :RECREATE
A lo largo de toda esta obra encontrarás citas extraídas del libro Tao-te Ching también llamado Libro del sendero, atribuido al filósofo chino del siglo VI, Lao-Tzu, aunque también contiene pasajes pertenecientes a otros autores. Para mí el Tao es la esencia de la vida. Es, además de la Verdad Única que fundamenta nuestro ser, el significado que está detrás de todos los significados. Creo que esta verdad, revelada por todos los grandes textos sagrados, estriba en que cada cosa es una y que todas las cosas forman parte del todo, siendo cada una de ellas, por tanto, perfectamente válida. Ahora bien, la única forma de alcanzar este estado unitario es llegar a ser uno mediante la integración de todos nuestros yoes. Cuando era niña formaba un todo. Me dedicaba simplemente a pintar y estaba contenta por ello. Mas tarde, cuando la vida se me hizo más compleja, me fragmenté en muchos yoes y aprendí a juzgar a todos y cada uno de ellos. Unas partes eran buenas, otras malas. Algunas merecían ser amadas, otras eran dignas de ser despreciadas. Comencé también a criticar mis pinturas y a mí misma como pintora. Me convertí en algo más. Pero más tarde, durante una época de quietud en la que estaba demasiado cansada para juzgar y bastante débil para escuchar, pinté de nuevo; y entonces me di cuenta de que mis errores, mis intento fallidos mis malos cuadros me habían hecho dar un gran paso adelante: la realización mi primera gran serie de pinturas. Desde ese momento mi vida cambió y me integré de nuevo en un solo yo. Y simplemente fue que la pintura me enseño el Tao.