Gracias a su gran formato, este libro espléndidamente ilustrado muestra retratos y monumentos egipcios -considerados obras maestras artísticas de la antigüedad- bajo una nueva luz. Traza los perfiles de varios soberanos para presentar un recorrido riguroso y profundo de la historia y el arte del ant...
Gracias a su gran formato, este libro espléndidamente ilustrado muestra retratos y monumentos egipcios -considerados obras maestras artísticas de la antigüedad- bajo una nueva luz. Traza los perfiles de varios soberanos para presentar un recorrido riguroso y profundo de la historia y el arte del antiguo Egipto, así como de sus protagonistas absolutos: los faraones. Una monografía imprescindible de gran calidad, por sus espectaculares imágenes y cuidados textos, que deleitará a los amantes de esta fascinante civilización. Rey del Alto y Bajo Egipto', 'Señor de las Dos Tierras' e 'Hijo de Re' son algunos de los títulos que ostentaban los reyes que gobernaron uno de los estados más ricos y poderosos de la antigüedad durante más de 3.000 años. La historia del Antiguo Egipto a lo largo de los milenios está marcada por una sucesión de soberanos y dinastías. El faraón desempeñaba un papel central en la ideología y en el concepto de realeza de los antiguos egipcios. Esto se puede observar en los numerosos monumentos que muestran y conmemoran las hazañas de estos soberanos y en las listas reales que los antiguos escribas compilaron. El faraón, como encarnación del dios halcón Horus e hijo del dios solar Re, era el garante del orden cósmico en la Tierra y el intermediario entre dioses y humanos. Sumo sacerdote, jefe del ejército y de la vida política y administrativa, el faraón era el prototipo del monarca absoluto y, hasta cierto punto, su figura personificaba el estado.