«Mientras los chicos desfilaban, Albert Hitfield miró el montón de papeles que le habían dejado sobre lamesa. No pudo evitar que su pensamiento volara en pos de las aventuras que Los Tres Investigadores se disponían a vivir. De una cosa estaba seguro: siempre resultarían originales.»
«Mientras los chicos desfilaban, Albert Hitfield miró el montón de papeles que le habían dejado sobre la mesa. No pudo evitar que su pensamiento volara en pos de las aventuras que Los Tres Investigadores se disponían a vivir. De una cosa estaba seguro: siempre resultarían originales.»