El "cuento putrefacto" que aquí se publica fue dedicado a uno de sus sobrinos-nietos mucho después de aquellas aventuras, y representa un compendio magnífico de la "sustancia" -buitres, animales podridos y carroñas transportadas maliciosamente al deseo infantil y a la buena educación familiar- y del...
El "cuento putrefacto" que aquí se publica fue dedicado a uno de sus sobrinos-nietos mucho después de aquellas aventuras, y representa un compendio magnífico de la "sustancia" -buitres, animales podridos y carroñas transportadas maliciosamente al deseo infantil y a la buena educación familiar- y del "tono" -una asombrosa levedad literaria- de Pepín Bello.