Blanca, la protagonista, de vacaciones en la costa, se ha traído con ella papel de cartas perfumadas para escribir a amigos, amigas, familiares y, ¡sabe Dios!, a todo el que se le ocurra, de manera que cada una de ellas con su olor particular sea como un regalo que, de buzón a buzón, y pasando por e...
Blanca, la protagonista, de vacaciones en la costa, se ha traído con ella papel de cartas perfumadas para escribir a amigos, amigas, familiares y, ¡sabe Dios!, a todo el que se le ocurra, de manera que cada una de ellas con su olor particular sea como un regalo que, de buzón a buzón, y pasando por el cartero, vayan perfumando todo lo que toquen. Cuenta la autora en la introducción de esta obra que con ella ha pretendido hacerse cómplice de vuestros sueños, inquietudes, gustos... Cómplice en general de vuestras vidas, con el fin de llenar un trocito de vuestros grandes corazones para que jamás os sintáis solos.