Eduardo Pérez Ortiz sobrevive de milagro a la matanza desatada tras la capitulación de Monte-Arruit. Su relato, además de ser uno de los escasos testimonios directos del Desastre de Annual, es un apasionante y honesto homenaje a los miles de héroes anónimos que allí perdieron la vida
Eduardo Pérez Ortiz sobrevive de milagro a la matanza desatada tras la capitulación de Monte-Arruit. Su relato, además de ser uno de los escasos testimonios directos del Desastre de Annual, es un apasionante y honesto homenaje a los miles de héroes anónimos que allí perdieron la vida