La Guerra Civil española obligó al catalanismo conservador a una dura elección entre los militares sublevados y una Generalitat en manos de revolucionarios anarquistas y comunistas. El político Francesc Cambó y sus principales colaboradores, como el periodista Josep Pla y otros personajes no menos c...
La Guerra Civil española obligó al catalanismo conservador a una dura elección entre los militares sublevados y una Generalitat en manos de revolucionarios anarquistas y comunistas. El político Francesc Cambó y sus principales colaboradores, como el periodista Josep Pla y otros personajes no menos conocidos como el abogado José Bertrán y Musitu, el político Joan Ventosa y Calvell o el escritor Juan Estelrich, apostaron por una decidida pero secreta colaboración con el cuartel general de Salamanca. Y lo hicieron principalmente a través de los informes de la red de espionaje SIFNE (Servicios de Información de la Frontera del Nordeste de España) que, al igual que la oficina de propaganda exterior camboniana, operaba desde Francia. En ambas organizaciones fue pieza clave Josep Pla, quien rentabilizó los contactos que había establecido en sus tiempos de corresponsal en la Europa de entreguerras y en el Madrid de la Segunda República, con monárquicos, republicanos, falangistas, separatistas catalanes y corresponsales extranjeros.