Viajar por Mozambique de la mano de Pepe Aznar significa adentrarse en el país con los ojos bien abiertos y dejarse llevar por la fascinación en cada mercado, en cada carretera y senda, hacer un alto en el camino en alguna de las hermosas playas que bañan sus costas a lo largo de 2.500 km, disfrutar...
Viajar por Mozambique de la mano de Pepe Aznar significa adentrarse en el país con los ojos bien abiertos y dejarse llevar por la fascinación en cada mercado, en cada carretera y senda, hacer un alto en el camino en alguna de las hermosas playas que bañan sus costas a lo largo de 2.500 km, disfrutar de actividades de montaña en zonas remotas, o contemplar la belleza de Ilha de Moçambique que, de epicentro del horror del esclavismo colonial ha pasado a ser joya del Patrimonio de la Humanidad, con el añadido de gozar de -y por encima de todo- la hospitalidad del pueblo mozambiqueño. A bordo de las tradicionales "chapas", en coche o bicicleta descubrimos la autenticidad y los encantos de Mozambique.