Se dice que el nombre sánscrito Shambhala significa «lugar de la paz, de la tranquilidad», denominación apropiada para la labor de sembrar la semilla de la luz en la Tierra. Nos encontramos frente a la ciudad matriz del mundo subterráneo de Agharta, un lugar que aún hoy en día es recordado por los L...
Se dice que el nombre sánscrito Shambhala significa «lugar de la paz, de la tranquilidad», denominación apropiada para la labor de sembrar la semilla de la luz en la Tierra. Nos encontramos frente a la ciudad matriz del mundo subterráneo de Agharta, un lugar que aún hoy en día es recordado por los Lamas y sabios de Oriente.Los Maestros de origen celeste que fundaron Shambhala para polarizar la pugna de fuerzas en el mundo han extendido su radio de acción no solo en el desierto de Gobi o en los Himalayas, sino también en América del Sur, donde se halla un verdadero laberinto de túneles que conduce a fantásticas ciudades intraterrenas. Aunque suene increíble, aquellos seres de luz constituyen la denominada Hermandad Blanca o Gobierno Interno Positivo del planeta.La Hermandad Blanca, a lo largo de la historia, ha venido inspirando a diversos hombres y mujeres de todas las latitudes del mundo, quiénes lograron escuchar el «llamado» para encender su propia antorcha interior. ¿Con qué propósito? Como un faro luminoso que guía las embarcaciones, el llamado de los Maestros estimula al caminante a descubrir su real«sentido» y «misión», que aunque yace silente en algún lugar de nuestro interior, es sensible a esa activación si estamos prestos no sólo a escucharla, sino a asumirla, por cuanto requiere un compromiso con la humanidad.